Gemma Fontanals es ilustradora y diseñadora gráfica. Se mueve bien entre fanzines, serigrafía, color y empoderamiento femenino, siempre con las Spice Girls sonando de fondo. Actualmente forma parte de MMMM Studio, en Barcelona, y pinta paredes siempre que puede. Tiene un LAUS Oro y gallinas.
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¿Qué es lo que te engancha a los sprays, la pintura y las paredes? ¿Qué te aporta?
Es que es divertidísimo. Me gusta porque hay descontrol, porque voy con una idea, pero luego el spray no es dócil, que quizás no tengo suficiente mano, y las dimensiones tampoco lo ponen fácil. El como quedará es un poco sorpresa. Me gusta porque ¡me gustan las cosas grandes! Que te pones delante y parece que estés dentro.
El arte urbano, o las cosas hechas en la calle, tienen la gracia de que la gente se las encuentra sin ir a buscarlas.
Cuando las acabas te sientes orgullosa, dices, “¡cuanto trabajo, que chulo!”. También me gusta porque es rápido: te estás unas horas, sí, pero no es el tipo de proyecto que dura días y días. Acabas una pared y ya piensas en qué pintarás en la siguiente.
Y me gusta porque es muy social: pintas con gente, conoces a gente pintando, es un proyecto, pero también es un plan. Una manera de pasar el domingo, o quedar.
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¿Qué cuentan las mujeres que ilustras?
Cuando pinto casi siempre hago mujeres porque es lo más cercano a mis experiencias. Primero las pienso y luego las dibujo: quiénes son, qué hacen, qué vínculo tienen, cómo se sienten. Vienen con pequeñas historias detrás, hablan de situaciones y relaciones: son hermanas, primas, amigas, amantes.
Poner mujeres en las paredes es una manera de reclamar el espacio público.
También es un ejercicio de representación (tanto el hecho de pintar mujeres como el de ser una mujer que pinta). El arte urbano, o las cosas hechas en la calle, tienen la gracia de que la gente se las encuentra sin ir a buscarlas, y puedes colar mensajes a diestro y siniestro.
Poner mujeres en las paredes es una manera de reclamar el espacio público, que ni históricamente es nuestro, ni de noche es nuestro, ni podemos ocuparlo con seguridad todo lo que quisiéramos.
Y más allá de figuras femeninas en carteles y pancartas que quieren vender cosas, me parece importante ir salpicando los barrios con mujeres que se cuidan, se aman, se apoyan y se divierten.
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¿Cómo se trabaja el cambio de escala entre el formato sobremesa y el muro? ¿Como trasladas una ilustración de un lugar a otro?
Cada medio tiene sus particularidades. Yo ya dibujo teniendo en mente que estoy encarando un mural: tocan formas sencillas y colores limitados.
Primero hago bocetos a mano o en digital, pruebo paletas y composiciones. No está tan lejos de estampar con serigrafía, por el tema de tintas planas, gama restringidas y pensar qué cosa va por encima de la otra. Trato de no pasarme con los detalles, una porque son difíciles, y dos porque luego el mural se mira de lejos (y yo de lejos no veo muy bien). Y cuando ya está listo, “al ruedo”.
Me parece importante ir salpicando los barrios con mujeres que se cuidan, se aman, se apoyan y se divierten.
El secreto es permitirse un margen de error. Tengo amigas que trabajan con proyector o con plantillas, y hacen cosas preciosas y fieles a sus bocetos, pero yo funciono de otro modo. No me preocupa que quede igual igual: va bien llevarlo preparado para tener una referencia, para calcular cuáles y cuántos sprays necesitas y tal, pero delante de la pared la prioridad es pasarlo bien, cero sufrir, que pintar con miedo es una lata. Cien por cien “ir tirando”.
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¿En qué estás trabajando ahora mismo?
Como “trabajo trabajo” estoy de diseñadora gráfica en MMMM Studio y de profesora en la escuela de moda LCI Barcelona. Las dos cosas están muy bien. También he estado pintando bastantes paredes últimamente, y la semana pasada hice mi primera incursión en Youtube colaborando en el canal de una amiga.
Como proyecto vigente tengo una serie de enanitos de jardín de cerámica, cuatro en total.
Ahora también me han regalado unas agujas de esas para tejer alfombras y cojines, he comprado ovillos y ovillos de lana y pienso jugar todas las vacaciones. Y como carrera de fondo hay un cómic que hace tiempo que me ronda la cabeza, que poco a poco lo voy escribiendo, a ver cuando cae.
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¿Qué planes de futuro tienes?
Hacer planes en estos momentos me parece osadísimo.