Esther Aguilà es diseñadora, ilustradora e integradora social. Actualmente compagina las tareas de maestra de taller en EINA con la ilustración en prensa y diferentes proyectos propios relacionados con contar historias sobre diferentes soportes como el textil, los escombros o el bordado.
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Tu ilustración a menudo ha estado vinculada al hecho social. ¿Qué te permite explicar la ilustración que no haga otro lenguaje?
Tengo la necesidad de enviar un mensaje que sienta que va en el camino de modificar algún aspecto injusto de la sociedad en la que nos encontramos. Es muy inocente, como yo.
No me he planteado tanto lo que la ilustración me permite explicar como resultado sino como proceso-vivencia.
Cuando decidí hacer el bachillerato artístico dibujaba fatal y me puse como reto personal aprender a dibujar. Me di cuenta de que mientras dibujaba era como que me aislaba de mi entorno, o al revés, que me focalizaba en lo que me interesaba en ese momento, los bucles mentales se calmaban. Para mí, dibujar fue como mi primer ritual terapéutico.
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Has experimentado mucho con diferentes soportes, materiales y técnicas. ¿Qué te aporta esta experimentación?
Enlazando con lo que decía antes, me he ido dando cuenta de que no solamente el dibujo me acerca el momento presente, sino que todo lo que sea crear de forma manual y lentamente me ayuda a relajarme y, al mismo tiempo, canalizar y comunicar lo que quiero decir.
Soy bastante nerviosa y eso hace que me interesen diferentes formas de crear. Este nervio no me deja profundizar demasiado en una sola técnica, pero sí que me permite pensar cómo quiero materializar cada pieza o cada proyecto.
No quiero ser ilustradora sin pensar en el soporte, intento relacionar lo que hago con cómo lo hago. En el mismo sentido me hace más ilusión enseñar mi obra de una manera específica (exponer en una sex-shop mi diario de sexo o autoeditar un libro y hacerle un homenaje a mi padre en el lugar donde dejamos sus cenizas) que no terminar exponiendo en una galería.
No estoy en contra de los museos y galerías, pero pienso que el arte no debe pasar necesariamente por estos lugares.
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Háblanos un poco del proyecto “Runes”.
Un dia Miguel Bustos hizo una clase de punta seca en yeso en el taller de artes gráficas de EINA. Un alumno se quedó con poca cantidad de yeso y en vez de quedarse el grabado estampado en una baldosa cuadrada, le quedó una forma orgánica que yo entendí como un escombro.
A partir de ese momento fui tirando el hilo y sigo haciéndolo. La idea es entender los escombros como un fragmento abandonado y lo relaciono con como se rechaza ciertas personas en esta sociedad. Es una crítica a cómo tratamos o nos relacionamos con ciertos “grupos de gente”. Hago las personas, los escombros, para evidenciar que no debería ser así.
© Esther Aguilà © Esther Aguilà © Esther Aguilà
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¿En qué más estás trabajando, ahora mismo?
Pues hace un mes que estoy en Betanzos, un pueblo cerca de A Coruña. He venido a aprender a hacer litografía en el Centro Internacional de la Estampa Contemporánea. Durante el mes de marzo ha sido brutal pasarme los días dibujando y estampando en estas piedras calizas, he hecho las litografías en la misma piedra, para enfatizar que todas las personas estamos, de alguna manera, conectadas.
Pienso que acercarme a esta técnica todavía le ha dado más fuerza al proyecto porque veo las piedras como si fueran personas mayores. En este caso, no resaltando el abandono con la pieza de escombros, sino que la misma piedra en la que trabajaba me hacía pensar en la vida y la relación con las personas mayores. Se trabajan a un ritmo lento, deben tratarse con cuidado, pero a la vez ser consciente de que se deben coger con fuerza. Se trabaja por capas, funcionan por absorción y rechazo y son super resistentes, pero a la vez vulnerables, si se caen.
Ahora en abril haremos algrafía, que es como la litografía, pero en planchas de aluminio. Esta modalidad sobre todo me irá bien para el trabajo en el taller de EINA, ya que es la que practicamos allí. Sin embargo, me gustaría relacionarla con el proyecto de los escombros, probar estampar en yeso como hacía con las puntas secas y los aguafuertes, que es como empecé el proyecto.
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¿Qué planes de futuro tienes?
Pues relacionado con el proyecto, pensar un poco en cómo será la formalización de todo ello, que irá saliendo a medida que vaya avanzando. Tengo la intención de hacer una exposición en algún lugar público y utilizar sacos de escombros como lo que son, pero también para otras funciones, como por ejemplo, mi vestimenta.
Y así como plan de vida, me hace ilusión decir que sigo teniendo la idea de irme de la gran ciudad, que muchas veces me sobre estimula, e ir a vivir a un pueblo.