Agnès Simon es licenciada en psicología de las organizaciones, cofundadora de Bildi, diseñadora y docente, una combinación que le permite ir más allá del concepto y la forma, identificando las necesidades reales de los encargos, detectar sus debilidades y oportunidades. Aporta un enfoque emocional de los proyectos y en su gestión.
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¿Dónde se encuentran el diseño y la psicología, si es que se pueden separar?
Recuerdo que cuando me licencié en psicología, en algunas ocasiones, me daba cierta vergüenza compartir que era psicóloga, ya que algunas personas mostraban una reacción de distanciamiento como si estuviera haciendo algo mal, a escala analítica, como si tuviera una varita mágica y pudiera ver y saber todo lo que no querían, como una radiografía psicológica al momento y sin preguntar nada…
Con el tiempo me di cuenta que esta asociación la hacían algunas personas al simplificar la profesión, seguramente por miedo, y me reafirmó en sentir y compartir que era psicóloga y que lo llevaba dentro, más allá de si había sido mi opción de estudio universitario.
Cuidar todas las patas del proyecto ayuda a hacer un diseño más global, emocional y transformador.
Siempre he sido una persona observadora con ganas de escuchar al otro y de captar sus necesidades, analizar, tirar del hilo para ver qué hay detrás de las cosas e intentar establecer puentes para poder conectar partes que a veces parecen inconectables.
Es por ello que para mí, diseño y psicología están en la misma mirada que tengo a la hora de analizar, estudiar y desarrollar proyectos. Y no solamente en la fase más inicial y analítica del proyecto, sino también en cómo se desarrolla y comunica este y, en el efecto que tiene sobre el usuario.
Para mí, diseño y psicología están en la misma mirada que tengo a la hora de analizar, estudiar y desarrollar proyectos.
A veces perdemos de vista la fuerza que tenemos como diseñadoras y cómo esto puede ayudar, mejorar y transformar la sociedad y el mundo. La mirada psicológica nos permite poder hacerlo teniendo en cuenta el cliente, el proyecto y el usuario. Cuidar todas las patas del proyecto ayuda a hacer un diseño más global, emocional y transformador.
Me gusta desarrollar el diseño a escala emocional y llegar a emocionar con nuestros proyectos, no dejando al otro indiferente y conectándolo con todo de sensaciones y universo que acaban superando al diseño.
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¿Qué aporta tu vertiente de psicóloga a los proyectos de diseño que desarrolláis?
Como comentaba, la psicología está presente en mi mirada para conceptualizar y desarrollar proyectos, así como en la atención para conectar con las emociones, más allá del resultado estético o del concepto que puede tener un proyecto.
Me gusta mirar el proyecto como si fuera una entidad real, una persona, y dotarlo de características para poder hacerlo más humano y cercano. Así, es más fácil definir sus rasgos de personalidad, ver sus potencialidades y cómo desarrollarlas. De este modo, me resulta más cercano y permite conectarse mejor con el público al que se dirige.
Me gusta mirar el proyecto como si fuera una entidad real, una persona.
Creo que la mirada y análisis psicológico permiten desarrollar proyectos más profundos y con más carácter, que despiertan y se conectan con las emociones de quien percibe o utiliza la solución de diseño. Así, resultan proyectos más conscientes y humanos, proyectos vivos que permiten que evolucionen según las necesidades que va desarrollando tanto el proyecto como la persona.
Creo que la vertiente psicológica aporta riqueza a los proyectos, humanizándolos y conectándose de manera diferente a las personas, que no se quedan indiferentes, superando el ámbito estético, formal y racional, abriendo el mundo emocional, de las sensaciones y la introspección, en algunos casos.
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Recientemente habéis llevado Bildi Grafiks hacia una cooperativa. ¿Como ha sido esta transición y qué te ha llevado a ello?
Estamos muy contentos de esta evolución orgánica que está haciendo Bildi y pensamos que es un paso natural, ya que hacía años que compartíamos e ideábamos y, que se materializó el año pasado. Nos gusta ver Bildi como un organismo vivo y entender el momento en que está y qué necesidades tiene, más allá de las que podemos tener Martí y yo, entrelazando con las suyas.
El año pasado Bildi cumplió dieciséis años y sentíamos que estaba ya en una etapa de adolescencia, con muchas ganas de abrirse, de conocer nuevas realidades, de cambio y, sobre todo, de relaciones.
No hay que estar en las grandes ciudades para poder ofrecer buen diseño, para poder hacer proyectos innovadores.
Para nosotros, pasar a cooperativa es un cambio. Superar el pasado, una apertura y un nuevo camino de relaciones y posibilidades que desde que lo estábamos ideando no ha parado de ser realidad, con nuevas relaciones, proyectos y oportunidades, con una mirada de sumar, de ganar todos y con una visión más global, superando nuestra individualidad.
La intercooperación es un modelo en el que nos sentimos muy cómodos y que nos parece una vía muy rica para que Bildi pueda crecer y desarrollarse en todo su potencial.
Mira, junto con este cambio, que no es meramente alfabético, de incluir más letras (de SL a SCCL), sino que para nosotros es filosófico y vital, ha llevado al nacimiento de un nuevo proyecto, Kunlabi. Es un espacio para compartir trabajo, crecimiento, aprendizajes, … lo estamos llamando coworking creativo rural, para describir un poco lo que estamos haciendo. Para mí, este proyecto de Bildi es una muestra clara de este cambio y camino que estamos explorando, superar el diseño gráfico, de conectarnos con otras disciplinas y profesionales haciendo proyectos más globales y de crecer y relacionarnos con otros, intercooperar.
El año pasado Bildi cumplió dieciséis años y sentíamos que estaba ya en una etapa de adolescencia, con muchas ganas de abrirse, de conocer nuevas realidades, de cambio y, sobre todo, de relaciones.
Nos gustaría poder aportar nuestro granito de cambio en la industria creativa y que este modelo de estudio cooperativo pueda ser, por muchos otros profesionales y estudios, una posible realidad para vivir y relacionarse con el mundo desde otra perspectiva, con valores muy potentes asociados que pensamos que pueden ayudar a hacer una sociedad más rica, sostenible y transformadora.
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¿En qué estás trabajando ahora mismo?
Pues estoy con muchos proyectos de elaboración propia. Algunos están todavía en la fase de ideación y tienen como común denominador la difusión, la pedagogía y el acercamiento a la cultura del diseño. Nosotros no estamos en la ciudad, nunca hemos estado, estamos en un pueblecito del Penedès y queremos reivindicar que no hay que estar en las grandes ciudades para poder ofrecer buen diseño, para poder hacer proyectos innovadores.
Además, estamos empezando a presentar, comunicar y compartir el proyecto de Kunlabi, trabajando en la cooperativa para la incorporación de nuevos socios y redefiniendo y resituando Bildi con las nuevas necesidades y momentos actuales.
Estoy trabajando y pensando proyectos que permitan el crecimiento y cuidado personal para poder vivir y trabajar mejor.
En cuanto a proyectos de diseño gráfico, estoy muy contenta que la semana pasada se hizo el lanzamiento de un proyecto en el que estuvimos trabajando intensamente antes de la pandemia y que se había quedado parado. Se trata de un proyecto de moda femenino que pone mucha conciencia en el proceso de elaboración y diseño de cada pieza, realzando las mujeres que han intervenido para su realización y cuidando la proximidad como uno de los valores troncales del proyecto de Ojos Negros.
También estoy emocionada que, tras el parón del año pasado, el Festival de Vins d’Altura Cota pueda realizar su segunda edición. Es un festival que se celebra en nuestro pueblo, Mediona, y del que hemos hecho la imagen.
Creo que la vertiente psicológica aporta riqueza a los proyectos, humanizándolos y conectándose de manera diferente a las personas.
También estamos trabajando en la imagen y packaging de unas cervezas artesanas, la gráfica para el BAD, la Bienal de Arte de la Diputació de Tarragona. Este proyecto más global y cultural nos hace especial ilusión sobre todo después del parón por la pandemia.
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¿Qué planes de futuro tienes?
Estamos en un momento de muchos retos. Destacaría diferentes proyectos internos de proyección y difusión de la cultura del diseño en entornos no metropolitanos, por un lado, la difusión y comunicación de Kunlabi y el crecimiento de Bildi. De algunos de ellos espero que pronto podáis tener noticias.
Por otra parte, creo que iremos desarrollando otros proyectos de intercooperación con otros agentes del territorio y del sector del diseño, que ayudarán a visualizar y ejemplificar el potencial que puede tener también el proyecto Kunlabi.
A escala más personal estoy trabajando y pensando proyectos que permitan el crecimiento y cuidado personal para poder vivir y trabajar mejor.
Realmente estamos en un momento de expansión, de nuevas relaciones, de una mirada global y de crecimiento que conecta con el principio de la entrevista y con mi mirada psicológica, de cuidado y atención hacia mí, hacia las otras personas y hacia los proyectos.