Carlos Alguacil es artista, docente y especialista en serigrafía, grabado y sistemas de impresión manuales. Fue uno de los fundadores de la Vostok Printing Shop, que cerró hace unos meses, y ahora se ha lanzado, junto con Raquel Fuster y Laura Tamarit, a hacer crecer Rittagraf, tienda especializada en sellos, serigrafía, grabado y corte láser.
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¿Qué tienen los sistemas de impresión manuales que enganchan tanto?
La gran mayoría de personas que se acercan a cualquier sistema de impresión suele saltar de una a otra técnica con bastante frecuencia y sin perder la curiosidad. Eso me hace sospechar cierta adicción que generan los sistemas de impresión manuales.
Me fascina la importancia del tiempo durante el proceso creativo.
A mí, personalmente, además de lo corpóreo y de la materia que interviene, me fascina la importancia del tiempo durante el proceso creativo. Cada técnica precisa de unos tiempos. Estos permiten realizar una reflexión continua durante todo el proceso. Cada paso requiere una decisión técnica que tendrá consecuencias en el resultado. Esto implica un esfuerzo de proyección futura de la construcción de una imagen.
Creo que hay gente que se puede sentir enganchada por el suspense creativo que gravita entre la imaginación, el desarrollo y la imagen impresa. Para otros puede ser un reto constante para conseguir el control sobre todos los estadios del proceso.
Muchas de las técnicas y mecanismos de producción industrial actual llevan intrínsecas una o varias técnicas de impresión manuales.
En un mundo cada vez más globalizado e invadido por la inmediatez tecnológica, los espacios que precisan de pausa pueden ser imprescindibles para personas con inquietudes creativas.
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¿Crees que conocer los procesos de impresión manual puede ayudar a entender los procesos más mecánicos y de gran tirada?
Sin lugar a duda. Todas las técnicas manuales de impresión son antecesoras de los procesos de producción de alto rendimiento. De hecho, muchas de las técnicas y mecanismos de producción industrial actual llevan intrínsecas una o varias técnicas de impresión manuales.
El conocimiento de los orígenes de cualquier proceso siempre es una ventaja. Permite revisar y avanzar técnicamente cuando surgen nuevos retos.
Aún y así, creo que la importancia del aprendizaje debería considerarse recíproca. Los procesos de impresión manual son sumamente importantes para entender los procesos mecánicos de gran tirada, pero conocer la industria nos proporciona gran perspectiva, agudiza nuestro ingenio y permite atravesar algunos conceptos, herramientas y materiales que podemos utilizar en los pequeños talleres de obra gráfica.
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¿Qué queréis aportar, desde Rittagraf, a los y las profesionales de la creación gráfica?
Rittagraf está formada por un equipo que ya nos conocíamos de antes y que hemos visto el momento y la ilusión de volver a trabajar juntos.
Queremos aportar asesoramiento profesional en el uso de productos, pero también ofrecer nuestra experiencia para desarrollar productos personalizados que requieren de conocimientos técnicos e infraestructura o maquinaria que a veces no está al alcance de cualquiera.
Soy amante y técnico de muchos sistemas de impresión manuales, no obstante, en Rittagraf, decidimos centrarnos sobre todo en la serigrafía, el fotopolímero y en productos relacionados con el grabado en relieve (como la producción sellos). Además, introducimos la herramienta del grabado y corte láser, un mundo que aunque no está relacionado con los profesionales de la impresión gráfica, creemos que puede aportar infinidad de soluciones creativas.
Rittagraf no es una tienda en la que vendamos exclusivamente materiales y herramientas profesionales para estas técnicas. Queremos aportar asesoramiento profesional en el uso de productos, pero también ofrecer nuestra experiencia para desarrollar productos personalizados que requieren de conocimientos técnicos e infraestructura o maquinaria que a veces no está al alcance de cualquiera.
Tengo la gran suerte de haber escogido con quien trabajar en este proyecto. El apoyo y la energía de Raquel y Laura están siendo cruciales.
Pretendemos profesionalizar, popularizar y ampliar una gama de servicios y personalizaciones que ya llevaba desarrollando estos últimos 10 años. Estos servicios no dejan de ser muletas que otros profesionales requieren para hacer su trabajo.
Guiar y llevar a buen puerto el resultado de nuestros clientes es parte de nuestra misión como profesionales. Todo esto lo ofrecemos a expertos de la creación gráfica, pero también a aficionados o estudiantes que quieran adentrarse en este mundo.
Somos una empresa de nueva creación, pero el equipo tiene la experiencia y los objetivos muy claros. Tengo la gran suerte de haber escogido con quien trabajar en este proyecto. El apoyo y la energía de Raquel y Laura están siendo cruciales.
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¿Qué planes de futuro tienes?
Como plan más inmediato, Rittagraf lanza en pocas semanas la web a través de la que va a ofrecer todos los productos y servicios a nivel nacional. Uno de nuestros proyectos más ambiciosos es internacionalizar a corto plazo todos nuestros servicios y productos.
Además de un amigo, tengo un director de tesis con el que puedo hablar de “frikadas” técnicas.
Además de los productos de compra venta, también vamos a ofrecer productos de fabricación y diseño propio. No quiero avanzarme a los acontecimientos, pero el equipo tiene en mente desde la producción de productos gráficos (en los que van a colaborar otros creativos, ilustradores y diseñadores), hasta el desarrollo de objetos didácticos de creación propia.
Como proyecto personal, tengo mi tesis doctoral. Siempre la dejé aparcada hasta encontrar el momento. Un día conocí a un artista y profesor de bellas artes que es igual de apasionado y exigente que yo. Ahora, además de un amigo, tengo un director de tesis con el que puedo hablar de “frikadas” técnicas. Por cierto, la investigación se centrará en aspectos técnicos de la serigrafía de impresión manual.
Confieso que me encanta y que me siento bastante cómodo en espacios docentes.
Esto me lleva indiscutiblemente a otra de mis pasiones: la docencia. Tengo la suerte de que a veces me invitan a dar alguna clase, alguna ponencia o algún taller práctico en alguna institución, escuela o universidad. Cuando esto sucede, dejo lo que tengo entre manos para acudir corriendo.
Confieso que me encanta y que me siento bastante cómodo en espacios docentes relacionados con cualquier tipo de técnica de expresión plástica. Espero poder volver a ella de una u otra manera.
Finalmente, está mi obra plástica, que desarrollo de manera intermitente y discreta a la sombra del resto de ocupaciones.
Quiero retomar algunos proyectos, pero me temo que ahora mismo tengo todas las energías puestas en Rittagraf y en una tesis que justo comienza. Así que, ¡agárrame que vienen curvas!!!