Andreu Balius es tipógrafo y diseñador de tipografías. Desarrolla proyectos de diseño tanto por encargo como personales, que lo llevan a los terrenos de la investigación, la conciencia cultural y la exploración de disciplinas y áreas de conocimiento como la ciencia, la sociología, la filosofía o las Bellas Artes. Recorre el mundo a través de sus montañas, viajando desde los Pirineos hasta el Himalaya y visitando países como la India, donde realiza talleres que suman su mirada y experiencia a la de las personas que participan, multiplicando la riqueza tanto de procesos como de resultados.
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¿En qué consiste exactamente el proyecto Typecraft? ¿Cómo nace y cómo va a parar a la India?
Typecraft Initiative es un proyecto que tiene como principal objetivo diseñar tipografías de forma colaborativa con comunidades de artesanos —mayoritariamente mujeres—, incorporando los conocimientos, técnicas y lenguaje gráfico de las tradiciones artesanales en el dibujo de las letras.
El resultado final de este trabajo es la producción de fuentes digitales basadas en distintas tradiciones. Sin embargo, cabe decir que los objetivos van más allá de la simple producción de fuentes digitales.

Typecraft es un proyecto colaborativo que nace en la India cuando Ishan Khosla, un diseñador gráfico afincado en Nueva Delhi, me pidió ayuda para diseñar una tipografía a partir de unas letras dibujadas por mujeres de la etnia Gond. De ahí surgió la primera tipografía basada en el tatuaje tribal de esta comunidad de Madhya Pradesh: Godna. Así, a partir del verano de 2015, el proyecto comienza a tomar forma y a desarrollar fuentes digitales basadas en diferentes tradiciones artesanales de la India.
En este proceso, las comunidades artesanas están implicadas desde el inicio. A través de talleres organizados por el propio Ishan o, en algunos casos, por ONGs locales, trabajamos con estas comunidades en la parte creativa del proceso, compartiendo metodologías y formas de hacer.


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Unes tipografía y unos sistemas de creación visual propios del territorio. ¿Cómo funciona este encaje?
Typecraft quiere romper la barrera entre las formas de arte tradicionales y el diseño moderno mediante la creación de fuentes digitales, a la vez que da visibilidad, a través de las formas de las letras, a determinadas expresiones artesanales.
La idea es involucrar siempre activamente a las comunidades locales. Esto significa que la parte creativa la desarrollan los artesanos, mientras que nosotros realizamos una tarea de facilitación, coordinando la actividad y aportando nuestra metodología y experiencia como diseñadores.


Hay que saber observar y respetar las formas de hacer de cada comunidad, así como adaptarse a cualquier imprevisto que pueda surgir.
Cada taller supone un reto diferente: no es lo mismo trabajar a partir de una tradición de tatuaje tribal que con patrones de bordado o de estampación textil impresa con bloques de madera. Cada taller debe abordarse de manera diferente.
A priori, nada se puede preparar porque nunca sabes con qué te vas a encontrar. Es necesario generar un clima de confianza antes de empezar para que los participantes se sientan cómodos. También es esencial aprender de cada tradición artesanal para que su «traducción» o adaptación a las formas tipográficas tenga sentido.

Hay que saber observar y respetar las formas de hacer de cada comunidad, así como adaptarse a cualquier imprevisto que pueda surgir. Y hay que ser consciente de que un taller en una remota aldea del Rajastán no tiene nada que ver con realizar un taller de tipografía en una escuela de diseño de Basilea.
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¿Qué aprendizaje surge de esa experiencia?
Cada taller supone una experiencia distinta. No se trata de ir a «enseñar» nada, sino que sólo a partir de las experiencias compartidas se puede aprender algo.
Existe un enriquecimiento humano difícil de describir. Aprendemos mucho. Y no sólo sobre las diferentes tradiciones artesanales, las técnicas utilizadas —a menudo rudimentarias— y las distintas soluciones estéticas aplicadas. Aprendemos también sobre la relación entre las prácticas artesanales y la vida cotidiana, los valores de la tradición, los símbolos y significados que se esconden detrás de un determinado lenguaje estético.
Aprendemos a entender el diseño desde una mirada más cercana a las necesidades de las personas y en diálogo constante con la naturaleza que las rodea.



La excusa es dibujar letras y «a ver qué pasa». Y, a veces, ocurre que artesanos que nunca han hecho un esbozo —porque les da miedo dibujar— se dan cuenta de que les ayuda a mirar más allá de la simple reproducción de modelos aprendidos. O que, en el desarrollo de un taller, las mujeres de una comunidad comparten sus preocupaciones e intercambian inquietudes, generándose, de forma espontánea, redes de relaciones fruto de estas experiencias de trabajo colaborativo, donde el dibujo de la letra es sólo una excusa.
Aprendemos también sobre la relación entre las prácticas artesanales y la vida cotidiana, los valores de la tradición, los símbolos y significados que se esconden detrás de un determinado lenguaje estético.
Ocurre también que las mujeres menos expertas en una determinada técnica artesanal aprenden de aquellas que más saben. Que, durante el proceso de dibujo de las letras, se toman decisiones conjuntas y las mujeres toman conciencia de su capacidad creativa, a menudo poco valorada por quienes controlan los procesos productivos (que suelen ser hombres). Existen muchas anécdotas que hacen que esta experiencia colaborativa vaya más allá del diseño tipográfico.

Hay que decir que la parte técnica –digitalización y producción de las fuentes– se desarrolla después, gracias a la ayuda de colaboradores, estudiantes y otros profesionales que nos echan una mano.
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¿En qué estás trabajando ahora mismo?
Yo me dedico al diseño de tipografías. Trabajo por encargo diseñando tipografías para empresas desde Typerepublic, pero también dedico tiempo a mis propios proyectos personales, a menudo basados en la investigación o, simplemente, motivados por la curiosidad y las ganas de vivir experiencias distintas, como por ejemplo el proyecto Typecraft, que estoy exponiendo aquí.

Durante estos meses de febrero y marzo, además de trabajar en un proyecto de diseño tipográfico para la Diputación de Barcelona, he viajado a la India, donde he estado trabajando en dos proyectos de diseño de tipografía basados en dos tradiciones muy distintas: Ajrakh,una tradición de estampación textil realizada con tintes naturales y bloques de madera, y otro proyecto basado en la tradición del Kolam, un tipo de representación gráfica practicada por las mujeres de Tamil Nadu, en el sur de la India.
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¿Qué planes de futuro tienes?
Seguir trabajando en proyectos que me gusten, además de seguir diseñando tipografías por encargo.

Por lo que respecta al proyecto Typecraft, con estos dos talleres realizados recientemente en la India, tenemos material suficiente para seguir trabajando, ahora desde nuestros respectivos estudios, en la digitalización y producción de las fuentes digitales. Por suerte, no somos sólo nosotros dos: Ishan cuenta con un equipo de estudiantes que nos ayudan en esta labor de digitalización.
Al tratarse de un proyecto sin ánimo de lucro, no podemos dedicarle todo el tiempo que quisiéramos, así que los proyectos avanzan muy lentamente.