Cris Cánovas y Xavi Miralles son los creadores de Traditional kids, una marca de tatuajes temporales para niños y niñas ubicada en Barcelona. Apuestan por el juego simbólico en el que sus hijos e hijas pueden tatuarse, muchas veces en un estudio real de tatuaje, con unas ilustraciones de fabricación local y producción responsable.
1/
¿Cómo nace Traditional Kids y qué límites –geográficos, pero sobre todo mentales– ha traspasado?
Traditional Kids nace muchos años atrás cuando nuestros sobrinos venían a dormir a casa y nos pedían que les hiciéramos tattoos como los nuestros. Entonces comprábamos papel para imprimir tatuajes con la impresora de casa y se los poníamos, imaginando que algún día crearíamos una marca de tattoos para niños.
Unos años más tarde fuimos padres y la historia volvió a repetirse. Estuvimos buscando opciones y, como no encontramos nada, apostamos por lo que creíamos ¡y nos lanzamos! Lo que no imaginábamos es que un mes después vendría una pandemia mundial que nos haría aún más difícil los inicios de un nuevo proyecto.
Apostamos siempre por productos de proximidad y calidad.
El mensaje que queremos transmitir con nuestros tattoos a los niños y niñas es que pueden ser quienes quieran ser, independientemente de lo que se pongan o lleven. Un tatuaje no te hace peor persona. En cambio, las personas que te miran mal para llevarlo, sí.
Vive y deja vivir, respetando siempre a los demás. Al fin y al cabo, lo importante es ser feliz, sea como sea, y este es el valor más sagrado que inculcamos siempre a nuestros hijos.
Actualmente, tenemos más de 30 puntos de venta físicos en toda España y empezamos a expandirnos hacia Francia. A escala particular, también hemos realizado varios envíos a través de la tienda online, a Estados Unidos.
2/
La producción es local y con base en tintas vegetales. ¿Nos podéis explicar un poco cómo es este proceso de producción y qué os ha hecho apostar por este modelo?
Podemos decir con la cabeza alta que en Traditional Kids estamos muy orgullosos de la calidad de nuestros productos. Está claro que podríamos fabricarlos en China y saldrían más económicos, pero eso no va con nosotros. Es un producto que se aplica directamente a la piel de un niño y debemos ofrecer la mayor garantía, apostando siempre por productos de proximidad y calidad.
© Traditional kids 
© Traditional kids 
© Traditional kids
Fabricamos nuestros tattoos de estilo tradicional en Barcelona, bajo las “Good manufacturing practices” con materiales e ingredientes que han sido testados dermatológicamente y aprobados para su uso cosmético en la piel. Los nuestros están formulados sin nanopartículas, componentes de origen animal ni agentes perfumantes.
El mensaje que queremos transmitir con nuestros tattoos a los niños y niñas es que pueden ser quienes quieran ser, independientemente de lo que se pongan o lleven.
El proceso de fabricación es auditado regularmente por laboratorios independientes, asegurando que cumplen o sobrepasan los estándares más exigentes de calidad y seguridad de acuerdo a la normativa vigente de productos cosméticos y juguetes.
3/
¿En qué estáis trabajando ahora mismo?
Ahora mismo estamos en fase de producción de nuevos diseños y pensando en nuevos productos. Por otra parte, también estamos empezando a trabajar los tattoos personalizados para estudios de tatuaje.
Somos una empresa pequeña y debemos asegurarnos de que lo que sacamos tiene salida. Este año aparte de tatuajes, también hemos hecho chapas, parches y, esta Navidad, hemos hecho buffs, también confeccionados a mano, uno a uno, por una modista local, que han sido todo un éxito.
4/
¿Qué planes de futuro tienéis?
Por el momento ya estamos organizando las próximas convenciones. Este año, si todo va bien, saldremos por primera vez de Catalunya.
Nos hace especial ilusión poder ir mostrando nuestro producto en todo el mundo y que la gente pueda disfrutarlo. Habitualmente las personas que nos descubren muestran mucho interés y su feedback hacia nosotros es muy positivo, así que nos encanta poder expandir nuestro negocio lo máximo posible.
Quien sabe el próximo año dónde estaremos… jeje