Aunque por defecto, en los software de edición, los ángulos de trama de las tintas que utilizamos son los adecuados para que las imágenes se vean correctamente, es un elemento que podríamos modificar.
Si lo hiciésemos podríamos provocar un efecto que, para mí, es de los más bonitos. Es el efecto moaré.
Se trata de un efecto óptico que muestra una especie de aguas cuando el grado de los ángulos de cada una de las tintas no es lo suficientemente diferente entre uno i otro.
Aun así, como siempre, si utilizamos el “error” a nuestro favor, podemos generar imágenes preciosas. Es el caso de estos proyectos, que me tienen enamorada: