Controlan los espacios entre letras, el tamaño de sus ojos y la altura de x. No son ni tipógrafos, ni diseñadores ni impresores, pero son un poco de todo. Son meticulosos y sistemáticos, trabajan a la intemperie y su trabajo se pisa continuamente al ser creado.
Una retícula hecha con tiza, pintura caliente, asfalto irregular, un cubo con un mango y ¡adelante! El oficio de pintar las líneas de la carretera.
Roadliners es un corto documental de Pretend Lovers (Glasgow, UK), donde casi se puede oler la pintura y sentir el tacto del asfalto bajo las botas.
Y así pasé un domingo por la tarde, seleccionando videos para entender más esta técnica: