A veces no es necesaria tinta para imprimir, podemos crear formas o simular superficies con elementos tan básicos como el agua y la luz. El movimiento que le damos nos lleva a elementos que reconocemos con facilidad.
En Budapest hay una fuente que simula el paso de las páginas de un libro.
Y en Brno una fuente “imprime” formas geométricas, tipografía y figuras de todo tipo.
Como siempre, si conocemos el medio (cómo funciona, cómo reacciona a otros elementos, su ritmo…) podemos inventar lo que queramos.