Hace tiempo veíamos algunos ejemplos de cómo saltarse las normas nos llevaba a resultados especiales y únicos.
No es nada habitual que una imprenta se aventure a dejarnos tocar máquinas y chapucearlas, aunque sea para llegar a un gran proyecto. Por eso siempre que nos encontramos con algún caso donde se han podido toquetear máquinas, lo mostramos con alegría.
El Studio Marcus Kraft, de la mano de la revista Novum y la complicidad de J.E. Wolfensberger AG, creó 12.500 versiones de portada. Mientras la máquina offset estaba en funcionamiento, hicieron cambios en la aplicación y cantidad de tinta y salpicaron con agua y arañaron los rodillos.
También hicieron una edición limitada de la gráfica geométrica de la portada mediante piedra litográfica.
Un proyecto en el que la impresión seriada y lo artesanal se unen para llegar a un resultado interesante a partir de un proceso precioso.